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Superficie nivelada, uniforme y suave.
Un parquet o tarugado, colocado hace muchos años y deteriorado por el uso, puede quedar como nuevo con un pulido adecuado. Al pulirlo, suele optarse también por cambiar el acabado que tenía el piso. Por ejemplo, pasar de un piso encerado a uno plastificado o hidrolaqueado.
Este método revolucionó el mantenimiento del piso de madera dado que en lugar de cera se le aplican sucesivas capas de resinas de lacas poliuretànicas de muy alta resistencia a la abrasión lo que le confiere un aspecto no tan natural pero si una vida útil que va de los 2 a los 10 años según el uso y mantenimiento. Es muy práctico para las amas de casa dado que su limpieza es muy sencilla, solo se limpia con un trapo húmedo y a lo sumo se le aplica una cera acrílica. La desventaja principal es que impide que la madera respire y donde hay problemas de humedad, por más mínima que sea, la madera la absorbe sin posibilidad de evaporarla hasta que se pudre o se dilata hasta levantarse. Para renovarlo hay que volver a pulir lo que obliga a quitar de 1 a 2mm de madera reduciendo así la vida útil del piso. Es altamente contaminante del medio ambiente y de olor muy fuerte.
Para quien gusta de un brillo más intenso que el del lustrado, puede usarse el plastificado brillante o semi-mate, siempre que hayan pasado más de ocho meses desde la colocación del piso, y que no haya tenido problemas de humedad. Debe verificarse que la humedad de carpeta no sobrepase el máximo del standard establecido antes de realizar el trabajo, dado que el plastificado forma una película superficial impermeable, que sella totalmente los poros de la madera y no deja evaporar la humedad de carpeta.
El tratamiento debe efectuarse inmediatamente después del pulido. En primer lugar, se limpia cuidadosamente toda el área de trabajo, eliminando todo residuo de polvo de paredes y zócalos. Se aplican, a pincel o rodillo, tres manos de poliuretano.
El Laqueado Ecológico o Hidrolaqueado, es la protección técnicamente màs avanzada que se puede aplicar a un piso de madera.
Este producto es un doble componente alipático (no se pone amarillo) de acrílico y poliuretano modificado solubles en agua. Cumple con las más estrictas regulaciones con referencia a la preservación del medio ambiente y la salud en los Estados Unidos.
Es un acabado especial, que no forma una gruesa capa sobre la superficie del piso (como la del plastificado o barniz con base de solvente usado tan comúnmente), sino que se incorpora a la madera respetando el relieve y la textura natural de la veta, formando a la vez una sutil película elástica de sorprendente resistencia al desgaste.
El aspecto de los pisos hidrolaqueados son totalmente naturales, similar al de un piso encerado y lustrado, permitiéndonos apreciar la belleza de la madera en toda su plenitud y esplendor.
1 (una) única mano de producto base.
3 (tres) manos, mínimo, de Laqueado Ecológico, lijando con discos especiales de malla de nylon después de la segunda y de la tercer mano de aplicación para garantizar un acabado perfecto. Esto es estimativo, pues el cálculo exacto se realiza determinando la cantidad de litros de producto que deben ser aplicados en una determinada superficie.
El producto base cumple la función de abrir los poros de la madera, penetrando profundamente permitiendo que el Laqueado Ecológico se integre a la misma.
Este proceso requiere que el piso sea pulido no solamente con máquinas de ultima generación, sino con una mano de obra altamente capacitada y responsable.
Es de vital importancia la utilización de instrumental de precisión para la medición de la humedad de la madera tanto al comenzar el proceso, como así también durante la aplicación de las distintas manos del producto, para asegurar un curado perfecto.
Este método es el más antiguo, pero no el más practico para el mantenimiento de un piso de madera. Es aplicable en los casos en que la madera del piso no esta aislada del contrasuelo o contrapiso, recibiendo humedad del mismo por el fenómeno de capilaridad, permitiendo que la madera evapore la humedad proveniente de la base. La cera debe ser aplicada y lustrada periódicamente, es por ello que es la que más trabajo le causa a las amas de casa y es muy difícil el mantenimiento en condiciones optimas.
La colocación de zócalos se realiza para cubrir el espacio de 1cm. que queda entre la pared y el piso de madera. Este espacio es para evitar que pueda existir transferencia de humedad de la pared al piso de madera.
Los contra zócalos o cuarta caña son molduras que se colocan en muchos casos para enmarcar el piso y darle más categoría al zócalo, o para cubrir irregularidades en el nivel de la carpeta.
Los zócalos pueden venir con moldura clásica de corte redondeado o pecho de paloma en alturas de 2, 3 y 4 pulgadas en excelente ecuación de calidad y precios.
Se utilizan diferentes especies de maderas para la fabricación de zócalos y molduras, pero generalmente utilizamos una madera que se llama kiri, dado que es casi blanca y con excelente veta.
Pino, kiri tiene la propiedad de que nos permite tonalizarlo o teñirlo al color de especie de madera que necesitemos, como ser, guatambu, cedro, lapacho, incienso, viraro, virapitá, anchico, roble amazónico, algarrobo, calden, guayaibí, eucalypus o eucaliptos, fresno, pinotea, paraíso, haya, y demás especies de maderas autóctonas o importadas.
Para pisos de roble eslavonia se utilizan zócalos de cerejeira dado que es una perfecta imitación del roble.
En todos los caso las colocaciones de zócalos las realizamos fijándolos mecánicamente con tarugos Fisher y tornillos de modo que la misma sea firme. Cuando los mismos son clavados a la pared, la colocación no es perfecta, el ajuste para compensar la falsa escuadra de la pared no se puede realizar y los colocadores terminan colocando masilla en las juntas de las esquinas o simplemente dejándolas abiertas.
En casos de zócalos pintados, el contra zócalo de madera o cuarta caña tonalizada o teñida al tono del piso, encuadran al mismo dándole mayor categoría.