Las escaleras y barandas de interiores o exteriores, por su volumen y funcionalidad, se convierten en un elemento determinante de su ambiente cercano.
La extensa variedad de materiales y la amplia gama de estilos arquitectónicos en los cuales se diseñan y construyen demandan la intervención de profesionales y artesanos muy calificados. Esto es por una razón fundamental, las escaleras deben cumplir cabalmente con una doble función: comunicar dos plantas o niveles y la estética o decorativa, no por ello menos importante.
Esta doble prestación, a diferencia de otros elementos decorativos o arquitectónicos, no se altera con el paso del tiempo o de las modas, en general una escalera se construye una sola vez y acompaña hasta el final a la propiedad que la contiene.
Tipos de Escaleras:
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Escalera de ida y vuelta: formada por dos tramos rectos, separados por un descanso, y en direcciones opuestas.
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Escalera imperial: constituida por un tramo de ida y dos tramos laterales de vuelta o a la inversa.
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Escalera catalana o de tres tramos (forma de U): tiene una planta rectangular girando en tres tramos con un rellano intermedio en cada ángulo y descansillo largo de lado a lado en cada piso.
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Escalera recta de dos tramos: posee un espacio de escalones, seguido de un descanzo y continuando con otro tramo de peldaños.
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Escalera de dos tramos en escuadra (forma de L): formada por un primer tramo de peldaños, un descansillo amplio y posteriormente girando en L otro tramo de escalones.
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Escalera mixta ó de herradura: la que en su recorrido describe media circunferencia en la zona que se situaría el descanzo y de dos direcciones opuestas.
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Escalera de un tramo ó recta: tiene un espacio recto para acceder a la parte superior de una estancia.
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Escalera de caracol: la que posee un recorrido circular completo, con una base helicoidal continua y sin descansillos intermedios.